Es común que las mujeres se sientan avergonzadas o cohibidas por su olor vaginal. Estos sentimientos negativos pueden afectar su autoestima e imagen corporal. Sin embargo, es normal que la vagina tenga un leve olor rancio. De hecho, las investigaciones sugieren que ese olor se debe parcialmente a las feromonas que pueden aumentar el atractivo sexual y comunicar sutilmente información acerca de la fertilidad.
El olor se modifica con los cambios hormonales durante el embarazo, la menopausia y el ciclo menstrual. Así que, cierto olor leve no debe ser motivo de preocupación. Algunos otros olores, no obstante, son un indicativo de que hay que consultar con el médico.
Los olores que generalmente se consideran olor vaginal pueden originarse en cualquier parte del área de la ingle femenina. Pueden provenir de infecciones vaginales, donde el olor en realidad se origina en la vagina, o puede provenir de la piel debido a la falta de higiene o otras razones.
La trimetilaminuria o síndrome de olor a pescado es una enfermedad metabólica caracterizada por un defecto de la enzima hepática flavinmonooxigenasa 3 (FMO3).
Está enzima metaboliza la trimetilamina (TMA) que se produce principalmente por la degradación de la colina y trimetilaminia Nóxido (TMANO) por parte de las bacterias intestinales.
Este exceso de TMA es eliminado por las secreciones corporales (orina, sudor aire espirado, etc.) dando un característico olor a pescado1.
Algunas veces, el olor es agrio, pero también puede ser agradable. Las infecciones por hongos usualmente vienen acompañadas por ardor intenso, picazón o sensación de resequedad. Tienden a empeorar con el tiempo y es posible que algunas mujeres noten un flujo parecido al queso cottage.
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