Algunos especialistas denominan a la fibromialgia “La enfermedad de las emociones no expresadas”. Esto se debe al hecho de que a menudo, las personas afectadas por esta enfermedad reprimen sus emociones, conteniéndolas de tal manera que no dejan fluir de manera natural mediante palabras o acciones.
Nuestros estados emocionales pueden favorecer todo tipo de enfermedades: hipertensión, disfunciones cardíacas o trastornos nerviosos de diferentes tipos. Las distintas dolencias pueden contribuir no sólo a transformar nuestra salud física, sino también a facilitar la curación a un nivel más profundo.
La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos). Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular.
La fibromialgia es frecuente, la padece entre el 2% al 6% de la población, sobre todo mujeres. Puede presentarse como única alteración (fibromialgia primaria) o asociada a otras enfermedades (fibromialgia concomitante). El secreto está en descubrir y comprender los mensajes que encierran los desórdenes físicos para poder conocernos y vivir mejor.
Cuando una persona padece fibromialgia, no maneja sus emociones o pensamientos de manera eficiente. No hay discurso o acción física que le permita liberar toda esa energía.
-¿Cuáles son los síntomas más comunes?
-La fibromialgia tiene un gran abanico de síntomas, el principal es el dolor músculo-esquelético generalizado, con rigidez y fatiga, que viene acompañado por una disminución de la concentración y la memoria, insomnio, colon irritable, vejiga irritable, dolores de cabeza, ansiedad, síndrome de piernas inquietas, dolor torácico, fuertes y dolorosas menstruaciones, disminución de la visión, calambres, etc.
Por este motivo los trastornos depresivos debilitan nuestro sistema inmunológico, mientras que la armonía y el bienestar expresados a partir de sentimientos como la alegría o el enamoramiento, lo fortalecen.
Para entender esta conexión, antes tenemos que reconocer que la mente y el cuerpo son un todo ”. Normalmente, consideramos al cuerpo como un “envase” que nos acompaña, que debemos cuidar y que cuando se daña deban llevar al médico para repararlo. “Lamentablemente esta visión es muy limitada.
Fibromialgia La enfermedad de las emociones no expresadas. Consejos para sanar.
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