El aceite de almendras se obtiene a partir del prensado en frío del fruto de un árbol muy mediterráneo y típico de España: el almendro, y de su posterior refinado. Este aceite dorado de aroma suave y dulce a fruto seco se ha utilizado en la medicina y en el cuidado de la piel durante siglos, ya que una de sus mayores cualidades es la gran hidratación que aporta a los cutis más secos y sensibles, y, por lo tanto, produce efectos regeneradores y antiedad muy significativos. Pero no acaban ahí sus beneficios pues componen un catálogo bastante extenso:
Poder antiestrías. La piel de las embarazadas sufre especialmente durante los nueve meses de gestación ya que la piel debe adaptarse a los importantes cambios de volumen. Pero el aceite de almendras la mantiene correctamente hidratada y evita que, tras el parto (si hemos sido disciplinadas), irrumpan las temidas estrías.
Proporciona hidratación sin obstruir los poros y mantiene la piel elástica. Además, es adecuado para todo tipo de piel.
- Calma y ayuda a regenerar la piel de heridas y quemaduras.
- Reafirma la piel.
- Neutraliza los radicales libres.
Incluso puedes emplear el aceite de almendras dulces para realizar una pedicura casera ya que ayuda a hidratar la piel reseca de los pies y de los talones que tanto sufren en verano.
MIRA EL SIGUIENTE VIDEO:
Comparte con tus familiares y amigos.