Como todos sabemos, nuestro cerebro es uno de los órganos más poderosos del cuerpo humano, tenemos la capacidad de pensar, movernos, meditar, ver, hablar y lo más importante, nos impulsa a enfocarnos en las metas que queremos alcanzar. Este órgano es muy especial.
Tiene el poder de hacernos sentir muy cómodos, felices y optimistas, pero también puede destruir nuestras expectativas de vida. Muchas veces, cuando estamos decididos a asumir un reto o desafío, el cerebro se vuelve en nuestra contra, paralizándonos o haciendo que nos demoremos.
Otra característica importante es que nuestro cerebro tiene una relación directa entre mente y cuerpo, y gestiona todas las acciones que realiza nuestro cuerpo, además de dominar las sensaciones de bienestar o malestar físico. De aquí viene lo que se llama una enfermedad del estado de ánimo o emocional.
Mucha gente sufre de dolencias físicas porque la mente los engaña creándoles un dolor o una incomodidad que no existe.
Estas enfermedades son difíciles de tratar porque no presentan síntomas y no pueden ser tratadas por profesionales médicos. Por eso, los que padecen esta enfermedad sufrirán para poder sanarse.
7 Enfermedades psicosomáticas
1. Dolor de cabeza
Los dolores de cabeza están relacionados con el nivel de estrés, ansiedad, dolor en la parte superior del hombro y son tratados y resueltos por especialistas.
Pero también hay personas que no tienen síntomas, aparecen de repente, los problemas estomacales son comunes cuando estamos bajo mucho estrés, y enfermedades como gastritis, colitis, acidez, reflujo son causas de un mal manejo del estrés.
2. Infartos
Pueden ocurrir como resultado de una acumulación de excitación, casi siempre como resultado de una tercera persona. Debes tratar de controlar tus sentimientos.
3. Fibromialgia
La enfermedad causa sensibilidad muscular extrema, junto con mucho dolor y fatiga.
Además, la fibromialgia puede ir acompañada de síntomas como problemas para dormir, rigidez al despertar, hormigueo en manos y pies y dolores de cabeza.
Este tipo de enfermedad psicosomática puede surgir no solo por una tensión constante en los músculos, sino también en el tejido conectivo, por lo que es necesario aprender a relajarse y tener nuevos mecanismos de defensa.
Las personas con fibromialgia necesitan saber cómo limitar la tensión y aumentar la confianza en sí mismos.
4. Dolor abdominal crónico
Puede estar relacionado con problemas de depresión, ansiedad, angustia, etc. Nuestros sentimientos y emociones juegan un papel importante cuando nos sentimos mal.
5. Mareos y vértigos
Una vez descartadas las causas orgánicas de pérdida de equilibrio y mareos, la causa del trastorno suele ser el estrés persistente, o la presencia de emociones somáticas.
También es posible que lo que en realidad estés sintiendo sea una debilidad total, lo que se traduce en mareos psicológicos.
Este sentimiento suele ir acompañado de dolor de ansiedad, así como del miedo a perder la cabeza.
6. Úlceras
Los problemas estomacales son muy comunes cuando estamos bajo mucho estrés, enfermedades como gastritis, colitis, acidez, reflujo son todas causas del mal manejo del estrés.
7. Erupciones y otras enfermedades de la piel
Muchas enfermedades psicosomáticas son causadas por cambios en el sistema inmunológico, especialmente a nivel dérmico, que se traducen en psoriasis y vitíligo.
La disfunción de los linfocitos provoca un crecimiento desordenado de las células de la piel, creando áreas hinchadas y escamosas, un patrón común de enfermedad somática.
El estrés emocional es una de las causas comunes de la psoriasis.
Junto con la psoriasis, el vitíligo es otra afección de la piel que con mayor frecuencia tiene causas psicológicas.
Se trata de trastornos psicosomáticos en los que aparecen manchas blancas de diferentes tamaños en la piel y que pueden aparecer en distintas partes del cuerpo.
Las personas con este tipo de somatización de ansiedad a menudo necesitan fortalecer su aceptación de los demás.
Recuerda, si gestionamos mejor nuestras emociones, estaremos más sanos. Terapias como la meditación, el yoga y la natación pueden ayudar a canalizar nuestra ansiedad.